Política e inclusión social
¿Cómo podemos construir una sociedad donde todas las personas tengan igualdad de oportunidades?
¿Podemos imaginar un México donde todas las personas, independientemente de sus diferencias, tengan igualdad de oportunidades? Para cumplir con este escenario, es crucial no perder de vista que las diferencias existen, es decir, las personas somos diferentes. El reto es que esas diferencias sean tomadas en cuenta por las autoridades, y no sean la causa por la que no tengamos las mismas oportunidades o derechos.
El gobierno mexicano debe establecer las condiciones normativas y desarrollar acciones para promover y garantizar que todas y todos tengamos las mismas oportunidades y acceso a los derechos de forma igualitaria. Por ejemplo, a través de políticas como la educación inclusiva para personas con discapacidad, que asegura que cada niña y niño tenga acceso a una educación de calidad teniendo en cuenta para ello cualquier discapacidad con la que vivan. Iniciativas de vivienda accesible que beneficien a comunidades en situación de vulnerabilidad, promoviendo la integración y el desarrollo comunitario, en lugar de la exclusión social o la marginación de comunidades. O bien, políticas de inclusión laboral que fomentan la diversidad y que están rompiendo barreras y combatiendo la discriminación en los lugares de trabajo, impulsando espacios seguros para las personas con alguna discapacidad física o mental, mujeres, personas migrantes, adultas mayores, indígenas o personas de la comunidad LGBTTTIQ+.
Efectivamente, es fácil imaginar un escenario ideal de inclusión y no discriminación; sin embargo, implementar estas políticas enfrenta desafíos muy grandes con los que hasta la fecha los gobiernos y la sociedad mexicana se han tenido que enfrentar, como la falta de recursos económicos y la resistencia cultural. Estrategias como la participación ciudadana, la evaluación continua de políticas y la asignación eficiente de recursos son clave para superar estos obstáculos y construir una sociedad más inclusiva e igualitaria para todas las personas desde sus distintas realidades.
La inclusión social es responsabilidad de toda la sociedad y especialmente de los gobiernos y actores políticos que diseñan e implementan políticas públicas.
Todas y todos podemos apoyar como sociedad a darle importancia a estas políticas a través de la participación activa en la vida política y social. Debemos exigir a nuestros representantes políticos que prioricen la inclusión en sus agendas y aseguren la asignación adecuada de recursos para programas inclusivos. Al educarnos y sensibilizarnos sobre las necesidades de grupos históricamente marginados, podemos contribuir a la construcción de una sociedad más justa y equitativa para todos